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Excmo. Dr. Abdulrahman Al Hamidy, Director General del Fondo Monetario Árabe,
Ing. Mohammad Jamal Al Saati, Director General del Centro Regional y el Centro de Excelencia de Dubai del Banco Islámico de Desarrollo 

Estimados participantes,

• Muy buenos días a todos. En nombre de la OMC, quisiera darles una cálida bienvenida al Diálogo Regional de Alto Nivel sobre las Adhesiones a la OMC para la Región Árabe. Me complace observar que contamos con la participación de 37 representantes de ocho países árabes en la primera actividad, dedicada a las “Perspectivas de los países árabes respecto del proceso de adhesión a la OMC y el sistema multilateral de comercio.” 
• También quisiera agradecer a nuestros asociados, el Fondo Monetario Árabe y el Banco Islámico de Desarrollo, que hayan organizado este acto conjunto. La OMC colabora desde hace tiempo con ambas instituciones y aspira a fortalecer estas alianzas para apoyar la participación de los países árabes en la Organización. 
• Este año se conmemora el 25º aniversario de la OMC. El proceso de adhesión es uno de los logros más importantes de la historia de la Organización. Tras la incorporación de los 36 nuevos Miembros que desde 1995 han completado satisfactoriamente sus negociaciones de adhesión, el 98% del comercio mundial hoy se rige por las normas de la OMC. Cuatro de esos nuevos Miembros son países árabes: Reino de Jordania (2000), Sultanato de Omán (2000), Reino de la Arabia Saudita (2005) y Yemen (2014). 
• En este año 2020 se conmemoran otras efemérides importantes para la región árabe y el sistema multilateral de comercio. Jordania celebró su 20º aniversario en abril, mientras que Omán festejará el suyo mañana, con un acto conmemorativo especial para la ocasión. Por su parte, la Arabia Saudita celebrará su 15º aniversario dentro de un mes, el 11 de diciembre. Estos festejos forman parte de un conjunto de actos conmemorativos, durante los cuales tendremos la oportunidad de reflexionar sobre la contribución de las adhesiones a la OMC durante estos 25 años en lo que respecta al sistema multilateral de comercio hasta la fecha y al futuro del sistema.   
• Sin embargo, la región árabe es también una de las zonas del mundo en las que un mayor número de países permanece al margen del sistema multilateral de comercio. Nueve de los 22 miembros de la Liga de los Estados Árabes son Miembros iniciales de la OMC⁽¹⁾y ocho países se encuentran en proceso de adhesión: Argelia, las Comoras, el Iraq, la República Libanesa, Libia, la República Árabe Siria, Somalia y el Sudán, que representan más de un tercio de las 23 adhesiones en curso. Además, desde 2005, Palestina ha participado en todas las Conferencias Ministeriales de la OMC en calidad de observador ad hoc.  
• Es interesante observar la diversidad de los procesos de adhesión de los países árabes. Por ejemplo, en lo que atañe a la duración del proceso, el de Argelia es el más largo de la historia de la OMC, con una duración de 33 años, y el del Sudán se inició hace ya 26 años, mientras que Somalia, uno de los Gobiernos más jóvenes en el proceso de adhesión, inició sus trámites en 2016. La región cuenta también con una de las adhesiones más avanzadas, la de las Comoras, cuyo objetivo es concluir el proceso para la próxima Conferencia Ministerial. En cambio, algunos países (como Libia y Siria) no han presentado ninguna documentación para iniciar el proceso. Además, hace tiempo que no se reúnen algunos grupos de trabajo sobre adhesiones (por ejemplo, el del Iraq desde abril de 2008, el del Líbano desde octubre de 2009 y el de Argelia desde marzo de 2014).      
• Esta situación se explica en parte por el hecho de que muchos Gobiernos árabes en proceso de adhesión son frágiles y sufren o han sufrido las consecuencias sociales, económicas y políticas de los conflictos. En estas circunstancias, a finales de 2017 impulsamos la iniciativa “Comercio para la Paz”, que nos ha permitido estrechar los lazos entre la comunidad comercial y los defensores de la paz, con el objetivo de que el pilar del comercio se tenga en cuenta en los trabajos de consolidación de la paz, demostrando la importancia de la integración económica como instrumento eficaz para la consecución de una paz sostenible e inclusiva. Me complace observar que habrá una sesión dedicada al Comercio para la Paz durante el Diálogo de Alto Nivel.              
• La región árabe posee recursos naturales de una riqueza extraordinaria y un diverso patrimonio cultural cuyos orígenes se remontan a la cuna de la civilización. Comprende 22 países árabes, con una población de 380 millones de habitantes, y se extiende desde el océano Atlántico por el oeste hasta el océano Índico por el este. Sin embargo, a pesar de este inmenso potencial, la participación de la región árabe en el comercio mundial es solo del 4,7%. Si se excluye el petróleo, las exportaciones no petroleras de la región representan el 2% de las exportaciones mundiales. El comercio entre los países árabes se sitúa también en niveles muy bajos, inferiores al 10%.
• Además, durante los ocho últimos meses, la vida cotidiana de la población y sus actividades económicas han sufrido perturbaciones sin precedentes como consecuencia de la pandemia de COVID-19. El mundo todavía dista mucho de vislumbrar el final de esta crisis. A pesar de la difícil coyuntura, el comercio ha sido fundamental para hacer frente a la escasez local de alimentos, suministros médicos y otros productos básicos durante la pandemia y está llamado a desempeñar una función más importante, si cabe, como coadyuvante de la recuperación de la economía mundial en el futuro. En este contexto, debemos reconocer el importante papel de la Arabia Saudita al frente del G-20 durante este año difícil, instando a la cooperación colectiva y multilateral. La Iniciativa de Riad es un esfuerzo encomiable que ha recibido el apoyo de los miembros del G-20.   
• La región árabe no ha salido indemne de las graves consecuencias económicas de esta pandemia. Para algunos, la fuerte caída de los precios del petróleo ha agravado los problemas existentes. Sin embargo, la crisis ofrece también oportunidades para estrechar la cooperación internacional con el objetivo de limitar los daños de la pandemia y estimular la recuperación. 
• Estas cuestiones ponen de manifiesto que hace falta una mayor integración comercial a nivel regional y mundial, y no lo contrario. La integración en la economía mundial es consustancial a las reformas internas necesarias. La adhesión a la OMC tiene en ese sentido una función particularmente útil. Es probable que quienes participan en el proceso de adhesión basado en la reforma se recuperen con mayor rapidez y sean más resilientes en el futuro.
• A tenor de los datos correspondientes a los 36 procesos de adhesión que han concluido con éxito, el proceso de adhesión ha actuado como punto de apoyo externo eficaz para las reformas internas y como catalizador en la realización del potencial de esas economías. Según el último informe anual del Director General de la OMC sobre las adhesiones a la OMC, los Miembros que se han adherido en virtud del artículo XII han registrado en los años siguientes a su adhesión tasas de crecimiento del PIB y del comercio (exportaciones e importaciones) más elevadas, así como un mayor flujo de inversión extranjera directa, en comparación con el resto del mundo. Los resultados indican que las economías abiertas e integradas tienden a crecer más rápido. Además, la adhesión a la OMC constituye un indicio del compromiso de un Gobierno con las normas internacionales, lo cual parece fomentar la entrada de inversión extranjera.

• El proceso de adhesión ha servido para que los países dependientes de los recursos naturales diversifiquen sus economías. La diversificación económica es una de las prioridades fundamentales de los Gobiernos de la región árabe. En nuestro estudio de 2016 se examinó si las estructuras de exportación de los países se diversificaron más después de su adhesión a la OMC. Este era el caso de aproximadamente la mitad de los Miembros de reciente adhesión, en los cuales había aumentado el número de productos exportados, medidos en Capítulos del SA, hasta tal punto que representaban más del 60% de sus exportaciones después de la adhesión. Esto se logró a menudo mediante la renovación de la imagen de sus economías, impulsada con la adhesión a la OMC, y la atracción de mayores inversiones extranjeras directas. 
• En estas circunstancias, es alentador observar que muchos Gobiernos en proceso de adhesión, incluidos los del mundo árabe, han mantenido activo este proceso durante la pandemia a pesar de las numerosas dificultades que han surgido sobre el terreno. Mencionaré algunos ejemplos:
• Somalia presentó su Memorándum sobre el régimen de comercio exterior en abril y se acaba de designar al Presidente del Grupo de Trabajo sobre su Adhesión (Embajador Mikael Anzen de Suecia). 
• En el caso del Iraq, tras el nombramiento de un nuevo Ministro de Comercio, el Presidente del Grupo de Trabajo (Embajador Omar Hilale de Marruecos) celebró en agosto una serie de consultas con los Miembros, la Secretaría y, por supuesto, el equipo destinado en Bagdad, a fin de examinar la manera de dar un nuevo impulso al proceso de adhesión. 
• Las Comoras reanudaron la labor de su Grupo de Trabajo en septiembre, después de un paréntesis de dos años y medio, y manifestaron la voluntad de concluir su proceso de adhesión antes de la Duodécima Conferencia Ministerial. 
• Durante las últimas semanas se ha intensificado también la colaboración con el Sudán, especialmente desde la llegada de un nuevo Embajador (Embajador Ali Ibn Abi Talib Abdelrahman Mahmoud) a Ginebra. 
• Estos avances positivos deberían continuar a pesar de los problemas a que se enfrenta la región. Aunque es indudable que la situación actual ha complicado el proceso, la adhesión a la OMC se ha vuelto más necesaria que nunca para hacer frente a los desafíos que se avecinan.
• El presente programa constituye una excelente plataforma para debatir, durante los tres próximos días, cuestiones técnicas, sustantivas y de procedimiento sobre las adhesiones a la OMC de todos los países árabes que participan en ese proceso.      
• El principal objetivo de este Diálogo Regional de Alto Nivel es brindar a los Gobiernos en proceso de adhesión la oportunidad de poner en común sus experiencias y de expresar sus necesidades de asistencia técnica a ese respecto, con el propósito de fortalecer la cooperación regional, internacional y organizativa. La celebración de sesiones como la mesa redonda de intercambio de experiencias y la identificación de las necesidades de asistencia técnica son, a tal efecto, fundamentales y requerirán la participación activa tanto de los Gobiernos en proceso de adhesión como de los actuales Miembros que estén dispuestos a compartir sus experiencias, a fin de coordinar el apoyo con los asociados regionales e internacionales de manera más eficaz.
• Confío en que este acto conjunto sea solo un paso más hacia la consolidación de las alianzas entre la OMC y las demás organizaciones patrocinadoras con miras a apoyar y a promover las adhesiones de los países árabes.
• Tengo sumo interés en conocer los resultados de los debates de los tres próximos días sobre la forma de contribuir colectivamente entre todos a que los países árabes se adhieran a la OMC y se beneficien del sistema multilateral de comercio.

Notas:

1. Reino de Bahrein, Djibouti, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Estado de Kuwait, Marruecos, Mauritania, Qatar y Túnez. volver al texto