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COMERCIO Y MEDIO AMBIENTE

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En el informe se indica que la adopción de energías limpias está en auge, puesto que hoy en día casi el 40% de la electricidad mundial se genera a partir de fuentes como la energía eólica, la energía solar, la energía hidroeléctrica, el hidrógeno y la energía nuclear. Se espera que esta proporción aumente a un ritmo acelerado, a medida que disminuya el costo de esas tecnologías y las economías adopten más disposiciones para alcanzar sus objetivos de emisiones netas cero de gases de efecto invernadero. En el informe se señala que esta transición hacia las energías limpias ofrece a las economías en desarrollo y a los países menos adelantados (PMA) la oportunidad de ampliar el volumen del comercio y lograr los objetivos de diversificación de las exportaciones.

Además, el informe pone de relieve que la Ayuda para el Comercio ya contribuye a la transición hacia las energías limpias. Unos 60.000 millones de dólares EE.UU., lo que equivale al 30% del conjunto de los compromisos de la Ayuda para el Comercio destinados al logro de objetivos climáticos entre 2011 y 2021, se dirigieron hacia el sector de la energía. Sin embargo, ello resulta insuficiente en el contexto de las corrientes financieras globales relacionadas con el clima. Actualmente, las economías en desarrollo y los PMA reciben menos de la quinta parte de la inversión mundial en energías limpias, lo que les impide aprovechar plenamente las oportunidades del comercio y lograr sus aspiraciones en lo que respecta a sus propias contribuciones determinadas a nivel nacional.

En el informe se distinguen tres segmentos fundamentales de la cadena de valor de las energías limpias en los que las economías en desarrollo podrían lograr una mayor integración en el comercio mundial: los minerales y los metales, la fabricación de máquinas y equipo, y los servicios. También se examinan las oportunidades de desarrollo vinculadas a los créditos de carbono y las posibles ventajas de emplear sistemas de captura y almacenamiento de carbono para disminuir la intensidad de carbono de las cestas de exportaciones existentes.

En el contexto de los minerales y los metales, un mayor apoyo podría ayudar a las economías en desarrollo y a los PMA que dispongan de recursos considerables (por ejemplo, en lo que respecta a minerales esenciales) a atraer la inversión en instalaciones de extracción seguras y sostenibles. Además, se espera que la fabricación de equipo de energía limpia supere el billón de dólares EE.UU. para 2050, lo que supone para esas economías la oportunidad de transformarse en núcleos de las cadenas de valor del sector manufacturero. El desarrollo de las actividades del sector de servicios relacionadas con la generación de energía limpia también podría promover las perspectivas del comercio transfronterizo, generar oportunidades de crecimiento y contribuir a la creación de empleo.

En el informe se examinan las oportunidades concretas que ofrecen cinco cadenas de valor de las energías limpias: las cadenas de la energía eólica, de la energía solar fotovoltaica, del hidrógeno verde, de la energía hidroeléctrica y de la energía nuclear. Se exponen ejemplos y estudios de casos en relación con el modo en que la Ayuda para el Comercio contribuye a que se materialicen las oportunidades para las economías en desarrollo en cada ámbito y el modo en que permite abordar algunos de los retos que dificultan una mayor participación en las cadenas de valor.

Al final del informe, se recomienda seguir adecuando la Ayuda para el Comercio a las oportunidades que ofrecen las energías limpias. Mediante la movilización de los recursos financieros necesarios, la creación de capacidad comercial y el fomento de la cooperación internacional, la comunidad mundial puede contribuir a lograr una transición justa e inclusiva hacia un futuro más limpio y más sostenible en beneficio de todos.

Acto de presentación

En la presentación del informe, sus autores, Michael Roberts y Vishvanathan Subramaniam, que pertenecen a la Unidad de Ayuda para el Comercio de la OMC, destacaron la importancia de contar con un sector de la energía más ecológico, tanto en el marco de la acción por el clima como a fin de generar oportunidades comerciales para las economías en desarrollo.

“El sector de la energía es de vital importancia para la transición hacia las emisiones netas cero, dado que se le atribuye el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero”, dijo el Sr. Roberts. 

“La transición hacia las energías limpias es una oportunidad para el comercio y el desarrollo, y esas oportunidades surgen en diversas cadenas de valor”, añadió el Sr. Subramaniam. “Para aprovechar esas oportunidades se necesita financiación, y la Ayuda para el Comercio puede desempeñar una función esencial para contribuir a que las economías en desarrollo obtengan esa financiación”.

Además, la Dra. Roberta Boscolo, coordinadora de la iniciativa sobre clima y energía de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), señaló que el calentamiento global provoca fluctuaciones en el suministro de energía procedente de fuentes renovables. “Todas esas variaciones se pueden abordar mediante el comercio transfronterizo de energía”, afirmó. “Ese nuevo sistema de comercio de energías renovables representa una gran oportunidad de crecimiento económico, en particular para los países en desarrollo y los países menos adelantados, desde la perspectiva de la comercialización de la energía”, añadió.

La economista Pramila Crivelli, del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), mencionó las recomendaciones del informe del BAsD sobre la y explicó que la Ayuda para el Comercio puede desempeñar un papel fundamental en ámbitos como la coordinación entre el comercio y la estrategia climática, la transferencia de tecnología y la transparencia de las cadenas de suministro.  La Sra. Crivelli añadió que la Ayuda para el Comercio puede ser decisiva para establecer normas comunes aplicables a los bienes y servicios ambientales a fin de garantizar la interoperabilidad en las cadenas de valor regionales y mundiales.

Beatriz Fernández, Oficial de Gestión de Programas del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), dijo que, además, se prevé que el año próximo los países presenten sus “contribuciones determinadas a nivel nacional” revisadas para reducir sus emisiones nacionales en consonancia con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. “El examen de las contribuciones determinadas a nivel nacional del próximo año concita mucho interés, y la comunidad de la financiación desempeñará un papel más activo”, manifestó. “Se están configurando distintas vías y la Ayuda para el Comercio ha pasado a ser un aspecto central para asegurarse de que los países en desarrollo y los PMA aprovechen las ventajas de la transición energética”, indicó.

El informe se puede descargar desde aquí.

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