ࡱ> VXUq Cbjbjt+t+ )VAA>W]8: F,G-( -------$=.102-2- -66 -%\ -r`j,(Organizacin Mundial del ComercioWT/MIN(01)/ST/68 11 de noviembre de 2001(01-5655)CONFERENCIA MINISTERIAL Cuarto perodo de sesiones Doha, 9 - 13 de noviembre de 2001Original: espaol CUBA Declaracin del Excmo. Sr. Ricardo Cabrisas Ruiz Ministro de Gobierno La OMC debera incluir entre sus nuevos temas la Crisis Econmica Globalizada. Quhacer? As concluy el Presidente Fidel Castro su intervencin durante el cincuentenario del sistema multilateral de comercio en 1998. Esta crisis, que pronosticada en aquel momento pudo parecer algo poco probable o lejano, ya era un hecho real e irrebatible, cuando ocurrieron los repudiables actos terroristas cometidos contra las ciudades norteamericanas de Nueva York y Washington el pasado 11de septiembre. Desde antes de esa fecha, la economa mundial ya estaba amenazada de una recesin generalizada, influida por la desaceleracin de los ritmos de crecimiento de la principal economa del mundo. Tal crisis econmica podra hacerse mucho ms profunda en las nuevas circunstancias de tensin poltica y de acciones militares en que vivimos. Las consecuencias sern inimaginables para todos, ricos y pobres, pero en especial para los pases subdesarrollados, el precio ser impagable: Qu suceder con la mayora de nuestras economas que dependen de los ingresos por exportaciones de productos bsicos, cuyos precios, ya bajos, continuarn decreciendo por el impacto de una disminucin en la actividad econmica global? Qu haremos con los millones de trabajadores que quedarn sin empleos como consecuencia de una contraccin del comercio mundial que ocasionar el cierre de miles de empresas o la reduccin de actividades comerciales, que se sumaran a las decenas de millones de trabajadores que a escala planetaria ni tienen empleos ni posibilidades de vida? Qu pasar con las inversiones, cuyo descenso ya se pronosticaba en un 40 por ciento antes de los eventos terroristas y de la guerra que han ensombrecido al mundo? Cmo contrarrestar la disminucin de los flujos de capital privado que eran de336.000millones de dlares en 1996 y ahora se prev desciendan a 106.000 millones? Cmo hablar de los beneficios de la liberalizacin comercial cuando en la actualidad la participacin de los pases subdesarrollados en el comercio de mercancas sigue siendo, como en la dcada de 1980, de slo un 30 por ciento? Cmo puede el Tercer Mundo salir de la crisis cuando, incluso, es preciso dedicar un 20 por ciento de los ingresos anuales que recibe por la exportacin de bienes y servicios, al pago de la deuda externa, que lejos de condonarse aumenta de forma exponencial y constituye el instrumento ms fuerte de dependencia con respecto a los pases desarrollados? No puede ser ms grave y alarmante la situacin de la economa mundial. En los ltimos aos Cuba ha advertido de manera reiterada, acerca de la irracionalidad, la injusticia y los desequilibrios del orden econmico mundial caracterizado por la globalizacin neoliberal que est provocando una creciente ingobernabilidad del planeta y una marginacin an mayor de miles de sus habitantes. Para todos los que no estn cegados por la codicia o insensibilizados por el beneficio obtenido, es evidente que esa carga de salvaje explotacin no puede conducir ms que a una crisis econmica global de vastas proporciones. El mundo se va precipitando en una espiral de incertidumbre que ahora se refuerza con el pnico frente a la crisis econmica que abarca ya, a los tres grandes centros de poder econmico. Para los pases subdesarrollados los efectos estn siendo y sern los peores. La recesin global tiende a deprimir an ms los precios de sus productos de exportacin, a reducir los ya escasos crditos y las inversiones, a incrementar la deuda externa y a recrudecer los agobiantes problemas sociales. En tales circunstancias asistimos a esta Conferencia Ministerial, en la que se pretende dar respuesta a los agudizados problemas del mundo actual mediante el lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones. Para Cuba, el lanzamiento de un nuevo y abarcador proceso de negociaciones comerciales, que incluya temas inviables para los pases en desarrollo, no se justifica desde el punto de vista poltico y tcnico. Adems, sobrepasa la capacidad de la mayora de los Estados Miembros de enfrentar, de manera plena y efectiva, las dismiles cuestiones que encara la Organizacin. Antes, es preciso reparar los daos ya causados al Tercer Mundo. Tampoco compartimos los procedimientos utilizados, dado que a pesar de la evidente insatisfaccin de la gran mayora de los Miembros de la Organizacin con el proyecto de Declaracin Ministerial, los textos sobre aplicacin y la declaracin relativa a la utilizacin del Acuerdo sobre los ADPIC en funcin de la salud pblica, stos se han remitido a esta Conferencia para su consideracin, sin que se hayan tomado en cuenta las opiniones e intereses reflejados en recientes declaraciones del Grupo de los 77; el Grupo Africano y el Grupo de Pases Menos Adelantados (PMA). Por otra parte, no favorecemos el inicio de negociaciones en materia de inversiones, poltica de competencia, comercio y medio ambiente y transparencia en las compras gubernamentales, debido a que se requiere un mayor proceso de estudio y profundizacin de los mismos. Otros, como las normas laborales, son totalmente ajenos a esta Organizacin. La situacin descrita, ms las inciertas condiciones polticas en que vivimos, en las que el unipolarismo y la imposicin de medidas econmicas coercitivas se han hecho ms fuertes y la plena aplicacin de los principios del derecho internacional se ve crecientemente amenazada, debe conducirnos a una profunda reflexin y a trazar una estrategia global que le permita al mundo salir adelante. Los pases del Tercer Mundo debemos reforzar nuestra unidad y solidaridad en torno a la defensa de nuestros derechos e intereses, de nuestras economas, de nuestras aspiraciones de desarrollo para todos; los pases industrializados deben comprender que sin el desarrollo de los pases hoy subdesarrollados, su propio bienestar se ver amenazado a corto o a mediano plazo. No es hora de que unos busquen ms ganancias o beneficios a costa de otros. Es hora de que todos trabajemos para evitar una catstrofe que se nos encima y cuyas consecuencias no podemos predecir. A continuacin les presento los argumentos que avalan nuestras consideraciones, as como algunas medidas que, desde nuestra perspectiva, pueden enfrentar estos problemas. Los esfuerzos internacionales por promover acciones que alivien los problemas que afectan a los pases subdesarrollados, y especialmente a los menos adelantados, no slo han sido insuficientes, sino tampoco han logrado sus objetivos. Persisten la pobreza, el hambre, las enfermedades y el analfabetismo acumulados por siglos. Al propio tiempo, no se han cumplido muchos de los objetivos para los cuales fue creada esta Organizacin, ni tampoco se ha contribuido a modificar las alarmantes realidades que se reflejan plidamente en las estadsticas econmicas y sociales de los pases del Tercer Mundo. No se han comportado de manera similar para todos los pases las expectativas que despert la creacin de la OMC en el sentido de que contribuira de manera decisiva al fortalecimiento de la economa mundial y dara paso a un mayor crecimiento del comercio, las inversiones, el empleo y los ingresos en todo el mundo. Aun cuando en el ao 2000 se registr el mayor crecimiento del comercio mundial en ms de un decenio, el impacto positivo de dicho crecimiento sobre los pases subdesarrollados se concentr en unos pocos. En los ltimos cinco aos, por ejemplo, los pases de Amrica Latina y el Caribe, y frica recibieron slo el 5 por ciento y 2 por ciento, respectivamente, del valor da las exportaciones mundiales de mercancas. Esta problemtica se agrava para los pases menos adelantados, que en1999, representaban slo el 0,5 por ciento del comercio mundial. Se ve cada vez ms limitado el acceso a los mercados de los pases desarrollados para los productos provenientes de pases subdesarrollados. Incluso, iniciativas como la de "todo menos las armas", no mejorarn el acceso al mercado de la Unin Europea si no se aplican preferencias en materia de normas tcnicas y sanitarias, y si no se transfieren recursos financieros que transformen la base productiva de los pases del Tercer Mundo considerados en esa iniciativa. El 94 por ciento de las personas que se debaten entre la vida y la muerte afectadas por el SIDA habitan en frica, Asia y Amrica Latina y el Caribe. Si bien todava no hemos visto resultados concretos para obtener los 10.000 millones de dlares solicitados por la Conferencia Mundial sobre el SIDA auspiciada por las Naciones Unidas, tampoco nuestros pases pueden acceder a los medicamentos necesarios en condiciones y precios asequibles. No cabe acaso preguntarse de qu ha servido el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, cuando se ha concretado a proteger y reforzar el monopolio del 97 por ciento de las patentes que controlan los pases desarrollados? Tampoco los resultados de otros acuerdos adoptados en la Ronda Uruguay han sido los esperados. Las subvenciones a la agricultura lejos de disminuir, aumentaron en los pases desarrollados; el programa de integracin de los textiles no signific un aumento del acceso a los mercados para las exportaciones de nuestros pases. Si hasta hoy los efectos negativos dejados para el Tercer Mundo tras la conclusin de la Ronda Uruguay no han podido ser satisfactoriamente solucionados, incluso en el contexto de lo que se considera un mandato restringido; si en nada se han satisfecho los problemas de aplicacin que el mundo subdesarrollado sealara antes de la Conferencia de Seattle; si cerca del 60 por ciento de las propuestas ni siquiera han sido negociadas, cmo esperar entonces que la solucin radique en lanzar una nueva ronda de negociaciones comerciales que tenga por objetivo la ampliacin de las reas de negociacin? Cmo compensar el efecto que tendra para los pases subdesarrollados la incorporacin de nuevas obligaciones en acuerdos multilaterales sobre inversin, poltica de competencia, compras gubernamentales y facilitacin al comercio? Contrario a la idea que se ha estado propalando durante los ltimos meses, el futuro y credibilidad de esta Organizacin no estn atados al lanzamiento de una nueva ronda de negociaciones. Hacerlo, la convertira en un foro cada vez ms injusto e indiferente a las necesidades y preocupaciones de los ms pobres. Su credibilidad radica, precisamente, en que tenga la capacidad de forjar un sistema multilateral de comercio que responda adecuada y eficazmente a los problemas de la mayora de sus Miembros, y no a los intereses de algunos de ellos, as como de garantizar la participacin efectiva de los pases subdesarrollados en todas las fases de los procesos de toma de decisiones dentro de la Organizacin. Por otra parte, la pasividad que hasta el momento ha mantenido la OMC ante las medidas de carcter unilateral adoptadas por algunos de sus Miembros ms poderosos contra pases subdesarrollados, con el propsito de alcanzar objetivos polticos, tambin lastra la credibilidad de este foro comercial multilateral. Si a pesar de estas consideraciones, que son compartidas por muchos pases, se decidiera lanzar la nueva ronda de negociaciones comerciales dadas las presiones que se ejerceran sobre los Estados Miembros en tal sentido, dichas negociaciones tendran que estar necesariamente circunscritas a los temas comerciales y no incluir otros que estn muy lejos de alcanzar el consenso universal. La guerra econmica desatada por la primera potencia del mundo durante ms de 40 aos contra mi pas, y cuya naturaleza extraterritorial ha sido ampliamente comprobada, nos impide adquirir, desde alimentos y medicinas, hasta programas informticos disponibles en el mercado para desarrollar el comercio electrnico. Esa guerra econmica incluye medidas legislativas como la Seccin 211 de la Ley Omnibus de Asignaciones de Estados Unidos de Amrica de 1998, que viola el Acuerdo sobre los ADPIC, con implicaciones tanto para Cuba como para cualquier otro pas que tenga inters en comercializar productos cubanos. El bloqueo econmico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba es totalmente incompatible con los objetivos de la Organizacin y con los principios que deben regir un sistema de comercio internacional justo, abierto, equitativo y no discriminatorio. Una vez ms reafirmamos la urgencia e importancia de ajustar las normas de la OMC, incorporando reglas asimtricas que faciliten una mayor participacin de los pases subdesarrollados en el comercio mundial, resolviendo los problemas de aplicacin, adoptando la Decisin Ministerial propuesta sobre ADPIC y el acceso a los medicamentos, y haciendo operativas las disposiciones sobre trato especial y diferenciado. Ante la gravedad de la crisis econmica que se cierne sobre el mundo, y en particular sobre los pases subdesarrollados, agudizada ahora por una guerra que slo beneficiar al complejo militar industrial, no se puede continuar posponiendo la adopcin de un grupo de medidas radicales, pero en realidad las nicas posibles, si verdaderamente se quieren evitar las consecuencias de una profunda recesin econmica global. Entre las decisiones de reclamo urgente y largamente esperadas debera encararse de una vez y por todas, con una visin estratgica e integral, la anulacin total de la deuda oficial bilateral y multilateral de todos los pases subdesarrollados; la anulacin de la deuda privada de aquellos pases con un PIB por habitante inferior a los 2.000 dlares y en un 50 por ciento la de aqullos con un PIB inferior a los 6.000 dlares y un piso de 2.000; el establecimiento de un fondo de compensacin a los pases deudores por los profundos desequilibrios econmicos y sociales generados en stos como resultado de las polticas que se han visto obligados a aplicar para el manejo de la deuda, y cuyos recursos pueden obtenerse, por ejemplo, de los 350.000 millones de dlares que los pases miembros de la OCDE gastan anualmente en subvenciones a la agricultura. Sin embargo, aun esto sera insuficiente. La existencia de una dicotoma real entre un mundo financiero cada vez ms global, ms sofisticado, ms dinmico, y la ausencia de instituciones capaces de responder con igual celeridad a las exigencias crecientes que impone el orden injusto y desigual en que vivimos, son razones para no seguir impidiendo el establecimiento de un nuevo sistema monetario y financiero internacional justo y democrtico. Hasta tanto no se produzca ese inevitable cambio, debera exigirse la agilizacin del mecanismo de concesin de financiamientos de las instituciones financieras internacionales; la eliminacin de las condicionalidades que asfixian a los pases receptores y limitan su soberana; la ampliacin del uso de los derechos especiales de giro; priorizar el cumplimiento de las metas nunca cumplidas en cuanto a la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) y otorgarle un tratamiento diferenciado; e instituir medidas para regular los mercados cambiarios a fin de frenar la gigantesca actividad especulativa. Por su parte, esta Conferencia debera decidir, si realmente queremos enfrentar los problemas sustantivos de la hora actual, que el principio sobre el trato especial y diferenciado a los pases subdesarrollados, en particular a las pequeas economas, tenga un carcter vinculante en todos los Acuerdos de la OMC. Cuba est convencida de que el tipo de decisiones antes propuestas no slo contribuirn a mitigar los efectos de la crisis, sino a relanzar la economa y el comercio mundiales, a partir de liberar las enormes potencialidades de los pases del Tercer Mundo, __________ WT/MIN(01)/ST/68 Pgina  PAGE 4 WT/MIN(01)/ST/68 Pgina  PAGE 5 !"#'(9S]aBBBBBBBBBCCCC C CCmH jUmH CJ5:CJ,>* 5:CJ,"#$%&'(9QRS]^ 0~ $$l0+p#$$l4+p# $$l4+p# $d$$$l4+p#`$$$dh$"#$%&'(9QRS]^_`ayyc : l T7#F  U!#$U%%+(s),-/0@245R78<>u@ABBBBBBBBB C C CCCCCCCCCCC* a^_`ayyc :  $ $$l+p# $$ @$$l`+p#$$: l T7#F  U!#$U%%+(s),-   -/0@245R78<>u@ABBBBBBBBB C C CCCC* C#B# C#$ CCCCCCCCC*CC' 0&P . A!"#$%O [4@4Normal $ CJmH F"F Heading 1$ & FT0@&5;N2N Heading 2%$ & FU0@& h:NBN Heading 3%$ & FV0@& h5JRJ Heading 4%$ & FW0@& h@@ Heading 5 & FX0@&6.. Heading 6 @&.. Heading 7 @&.. Heading 8 @&<A@<Default Paragraph Font8B8 Body Text & FQ h6D6 List Continue >E>List Continue 2:F":List Continue 3 >G2>List Continue 4>HB>List Continue 5p0\$R\Envelope Address&@ /+D CJOJQJ.@b.Header$ C#... TOA Heading5* *Index 1 #$/$List 0(2(List 2 0(3(List 3 (4(List 4 p0(5(List 5 818 List Number & F\ hD:D List Number 2 & F]0 D;D List Number 3 & F" H<H List Number 4! & F#p0 H="H List Number 5" & F$ 2022 List Bullet # & FYD6BD List Bullet 2$ & FZ0 H7RH List Bullet 3% & F'0 H8bH List Bullet 4& & F[p0 J9rJ List Bullet 5' & F) &)@& Page NumberJJParagr. Num. - WTO) & F* h, @,Footer * C#8&@8Footnote ReferenceH*@R@Body Text Indent 2 ,DSDBody Text Indent 3 -CJ<C<Body Text Indent .*J*Subtitle/$@&<#<Table of Figures 0 DDTOC 1!1$0<< p# 5;BBTOC 2!2$0<< p# :DDTOC 3$3$0<< p#@J5>>TOC 4!4$0<< p# BBTOC 5!5$0<< p# 6>>TOC 66$<< p# CJ>>TOC 77$L<< p# CJ>>TOC 88$)<< p# CJ>>TOC 99$<< p# CJ<,<Table of Authorities:4T4 Block Text;<P< Body Text 2< & FR FQF Body Text 3= & FSp p^^Texto independiente 4!> & F^p0 8pNNTexto independiente 5?p @ XMXBody Text First Indent@ & F HNHBody Text First Indent 2A4+"4 Endnote TextB$CJ626 Footnote TextCCJ4ZB4 Plain TextD CJOJQJ,>R,TitleE$ 5;KH.!. Index HeadingF@r@Ttulo documento 2G$>*@@Titulo documento 3H$622 Titulo PAISI$;bb!Quotation - Citacin con sangradoJ||.Quotation Double - Citacin con doble sangradoKNNTexto nota pie sangrado LCJ@@Ttulo documento 3M$622 Ttulo PAISN$;? V     2 S&4?"&NPRTVYC#^: -CC$&'()CC%*!@GIY!4!4S\>?W[ybck l T 6 7 C"FH TU  T!U!!#*$$r%s%'())++,,?.@.0011Q3488::t<u<=>>>>>>? ? ? ???Perez-PalominoDC:\TEMP\autorecover\Guardado con Autorrecuperacin de Documento3.asdPerez-Palomino*\\Hudson5a\Lsdd\#Tps\Esp\Work\01_8403s.docPerez-PalominoBC:\TEMP\autorecover\Guardado con Autorrecuperacin de 01_8403s.asdPerez-Palomino*\\Hudson5a\Lsdd\#Tps\Esp\Work\01_8403s.docCulebras*\\Hudson5a\Lsdd\#Tps\Esp\Work\01_8403s.docSalazar*\\Hudson5a\Lsdd\#Tps\Esp\Work\01_8403s.docSalazar-\\GAMA\DFSRoot\Common\#Lsdd\Pool\01_8403s.docBardin-\\Hudson8\DMS\dmssys\work\2001\8\84\8403s.doc|ȝ"}@pm!~  qL{$j>u'|M&g4% t$U" q47 |gy'z@)]<֚nT >%ٲ=#2<=>M<8Han=.... OJQJo( OJQJo( OJQJo( OJQJo(hh. hhOJQJo(0.0.0.0()h.0()p0p()()p@ ()ho(0o(()p0po(()p0po(-0o(()0o(()0o(-p0po(()@ 0@ o(()ho(. 0OJQJo(-.h.h.h()()h.0()0()8h8-.h.h.h))h.0)8h8)8h8-hh.^}~~}||M<M<M<M<M<M<M<M<M<247 ~}|'zM<M<M<M<M<M<M<M<M<Han=22222222 >%<222222222 >%<222222222 >%<2@ [[[[?@GzTimes New Roman5Symbol3& zArial?5 zCourier New#h\[0\[0\[ 3n!0d?ьh=:C:\program files\microsoft office\plantillas\MinistSPA.dotWT/MIN(01)/ST/68Perez-Palomino - Lect.:AC/JBBardinOh+'04 DP l x  WT/MIN(01)/ST/68dT/MPerez-Palomino - Lect.:AC/JBMiereVerificacin: Estela:AMinistSPA.dot EBardinP3rdMicrosoft Word 8.0l@F#@xr=j@`j@xr=j 3՜.+,D՜.+,h$ hp|  ϲʹn?1 WT/MIN(01)/ST/68WT/MIN(01)/ST/68 TitleTtulo(NV _PID_GUIDSymbol1AN{711360E7-97E8-11D1-BD86-000629B04860}WT/MIN(01)/ST/68/  !"#$%&'()*+-./0123456789:;<=>?@ABCDFGHIJKLNOPQRSTWRoot Entry Fj jpajY1Table,31WordDocument)VSummaryInformation(EDocumentSummaryInformation8MCompObjjObjectPoolpajpaj  FMicrosoft Word Document MSWordDocWord.Document.89q