El sistema multilateral de comercio y el cambio climático: introducción
Nota: Esta página Web ha sido elaborada por la Secretaría bajo su responsabilidad, con la única finalidad de ofrecer una explicación general del tema tratado. No pretende en modo alguno ofrecer orientación jurídica respecto de las disposiciones de los Acuerdos de la OMC ni una interpretación jurídica autorizada de las mismas. Además, ningún elemento de la presente nota afecta, ni tiene por finalidad afectar en modo alguno a los derechos y las obligaciones de los Miembros de la OMC.
El cambio climático es el mayor desafío que ha tenido que afrontar
hasta la fecha la comunidad internacional en relación con el desarrollo
sostenible. Las medidas para hacer frente al cambio climático tienen que
ser plenamente compatibles con las ambiciones de más amplio alcance de
la comunidad internacional por lo que respecta al crecimiento económico
y el desarrollo humano. Es un desafío que trasciende las fronteras y que
exige soluciones no sólo a nivel nacional, sino también a nivel
internacional.
La OMC es un pilar de la cooperación multilateral. Ofrece un marco de
disciplinas para facilitar el comercio mundial y sirve de foro para
negociar la mayor apertura del comercio. La liberalización del comercio
no es un fin en sí mismo: está vinculada a valores humanos y objetivos
de bienestar fundamentales, consagrados en la carta fundacional de la
OMC, el Acuerdo de Marrakech. Estos objetivos son, entre otros, la
mejora de los niveles de vida, la utilización óptima de los recursos
mundiales de conformidad con el objetivo de un desarrollo sostenible y
la protección y conservación del medio ambiente.
En sí misma, la cuestión del cambio climático no forma parte del
programa de trabajo en curso de la OMC y tampoco hay normas de la OMC
que se refieran específicamente al cambio climático. Sin embargo, la
Organización es pertinente en este contexto porque las medidas y
políticas relativas al cambio climático afectan al comercio
internacional de diversas maneras.
En primer lugar, la apertura del comercio puede contribuir a los
esfuerzos por mitigar el cambio climático y adaptarse a él, por ejemplo,
propiciando la asignación eficaz de los recursos mundiales (incluidos
los recursos naturales), elevando los niveles de vida (y fomentando por
lo tanto la demanda de una mejor calidad ambiental) y aumentando el
acceso a los bienes y servicios ambientales.
En segundo lugar, la OMC es pertinente también porque las medidas
nacionales para mitigar el cambio climático y adaptarse a él pueden
repercutir en el comercio internacional (ya que modifican las
condiciones de competencia) y pueden estar sujetas a las normas de la
OMC. En consecuencia, los instrumentos normativos de la OMC pueden ser
pertinentes para el examen de las medidas relativas al cambio climático.
Además, el conjunto de normas de la OMC ofrece un marco que garantiza la
previsibilidad, la transparencia y la aplicación justa de esas medidas.